La monitorización ambiental en salas blancas de la industria farmacéutica es un componente esencial para asegurar la pureza del producto y el cumplimiento de las estrictas normativas.
Un programa de monitorización robusto permite controlar los niveles de contaminación por partículas viables y no viables, identificando cualquier desviación que pueda comprometer la calidad de los productos y la integridad de los procesos.
Tabla de contenidos
Estrategias de Muestreo de Partículas No Viables
El control de partículas no viables es fundamental, ya que estas pueden actuar como vectores de contaminación microbiológica y afectar directamente la esterilidad de los productos. La monitorización debe realizarse tanto en estado de reposo como en operación. Los puntos de muestreo deben basarse en un análisis de riesgos formal, considerando las áreas críticas y aquellas con mayor probabilidad de generar o acumular partículas.
En zonas de clasificación A y B, se requiere una monitorización continua de partículas durante los procesos críticos. Para zonas C y D, la frecuencia de monitorización en operación dependerá de la naturaleza de las actividades, pero siempre debe verificarse el tiempo de recuperación de la limpieza, generalmente en torno a 15-20 minutos.
Se utilizan contadores de partículas aerotransportadas para evaluar la calidad del aire y determinar la cantidad de partículas según su tamaño. En entornos farmacéuticos, estos instrumentos son cruciales para asegurar el cumplimiento de los límites especificados en normativas como la ISO 14644 y las EU-GMP.
- Sistemas de selección serial o contadores remotos dedicados son recomendables.
- Contadores portátiles de alta sensibilidad pueden localizar fuentes de emisión de partículas.
Estrategias de Muestreo de Partículas Viables
La monitorización de partículas viables complementa el control de partículas no viables, ya que se centra en la detección y cuantificación de microorganismos presentes en el ambiente. En la producción aséptica, el control microbiológico frecuente es esencial.
Se emplean diversas técnicas de muestreo, entre las que destacan:
- Muestreo volumétrico del aire: Aspira un volumen conocido de aire a través de un impactador o filtro, reteniendo las partículas viables que luego se cultivan.
- Placas de sedimentación: Placas de agar nutritivo expuestas durante un tiempo determinado para recoger partículas viables por gravedad.
- Placas de contacto: Se presionan sobre superficies de equipos o vestimenta del personal.
- Guantes: Se realizan impresiones de los dedos en placas de agar para controlar la higiene de manos.
La frecuencia y ubicación de los muestreos deben estar justificadas por análisis de riesgos y ser representativas de las condiciones de trabajo. Los límites recomendados para la contaminación microbiana en operación están especificados en normativas.
Gestión de Alarmas por Excesos de Límites
Es fundamental establecer límites de alerta y acción para partículas y microorganismos, basados en datos históricos y requisitos normativos según el grado de clasificación.
Ante la superación de un límite de alerta:
- Investigar las posibles causas.
- Aplicar medidas correctivas para evitar desviaciones futuras.
Ante la superación de un límite de acción:
- Investigar exhaustivamente.
- Implementar acciones correctivas y preventivas inmediatas.
- Repetir limpieza y desinfección.
- Revisar procedimientos operativos.
- Verificar el sistema HVAC.
- Evaluar el impacto en la calidad del producto.
La documentación detallada de todas las desviaciones y acciones tomadas es crucial para cumplir con requisitos regulatorios y demostrar el control ambiental.
Conclusión
La monitorización ambiental efectiva en salas blancas es un proceso continuo y dinámico que requiere planificación estratégica, métodos y equipos adecuados, y una gestión rigurosa de las alarmas.
Implementando estrategias sólidas para el control de partículas viables y no viables, y actuando proactivamente ante desviaciones, la industria farmacéutica puede garantizar la producción de medicamentos seguros y eficaces.
La comprensión profunda de los principios de monitorización y el cumplimiento normativo son pilares para mantener la integridad de las salas blancas y la calidad del producto farmacéutico.